miércoles, junio 08, 2016

La Hoja Seca y El Simulacro de Escritor

El Simulacro de escritor decide contar una historia breve, muy breve y liviana a una hoja seca, ávida de leer, mecida por el viento y temblorosa.
Tiemblan y crujen las manos y el cuerpo tostado de la hoja, calentados por las líneas de un Simulacro de Escritor desesperado por compartir un sueño, una historia.
Cada línea que absorve es un crujido en su sequía inminente, cada letra una promesa de humedad, una historia desconocida, un anhelo verde.
Verde allá, verde aquí no, más la sequía se desborda y las letras siguen. La hoja se regocija y el Simulacro de Escritor sonríe... sonríe y es tan genuina, profunda y sincera su sonrisa, que el llanto cae en carcajadas y la hoja se baña y se humedece y el simulacro de escribir se hace verdad y el crujir es un latido y la pluma se mece en las delgadas grietas de la piel de la hoja, que ya no está seca!
Quien simulaba escribir, escribe y cree en su letra, la hoja se siente verde y una promesa de renacer aflora en algún lado. Por fin la hoja humedecida de llanto y alegría y el Simulacro de Escritor emocionado se configuran y se hacen felices...

La hoja se pregunta emocionada
¿Es posible que el llanto de otro me haya devuelvo mi felicidad?

El simulacro de escritor se pregunta
¿Es posible que alguien quiera leer y disfrute lo que escribo?

Ambos se preguntan ¿Seremos felices para siempre?


Nunca dejes de creer